La nueva tecnología y su rapidez en el cambio es un hueso duro de roer por las personas de las generaciones anteriores, que estaban acostumbradas más al movimiento lento de las cosas, al manejo de la información de manera manual y no se acostumbran mucho a que un documento vaya de un lugar del mundo a otro opuesto en unos segundos. Pero la juventud de ahora está ya muy ligada, es más muchos van más allá y a veces más rápido en cuanto a visón de los cambios. Uno se da cuenta entonces que la tecnología no es más rápida que la mente, sino que sólo es cuestión de aceptar algunos hechos como antes se aceptaba el teorema de Pitágoras y sólo se la aplicaba en los problemas sin necesidad de demostrarlo, esto de la tecnología es igual.
Por ello, es necesario que nuestra sociedad esté lista para recibir estas nuevas mentes y aprovecharlas al máximo, es necesario que toda la infraestructura se coloque desde ya para luego sólo concentrarse en actualizar y mantener las herramientas y dispositivos adecuados para mantenerse en línea. En esta nueva sociedad el manejo de la información y su movimiento es más rápido y está automatizado, con lo que permanece aun el análisis del mismo para su utilización. En esto es, hasta ahora, irremplazable el aporte de las personas para ello.
¿Es posible, entonces, que la tercera edad pueda insertar en este nuevo paradigma?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario